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Artíclo

Tan sólo una ducha (2ª parte)

(Accede a la 1ª parte del texto)

Control motor (Acción/Cognición/Percepción)

1) Los atributos contextuales de darse una ducha poseen una serie de características reguladoras, que imponen al SNC una organización y planificación de las ACCIONES durante la tarea mucho más rica que el ejercicio en sala. Por ejemplo:

Mantener el equilibrio en sedestación en una superficie que reúne las características anteriores (resbaladizo, tendente al frío, etc), exige una adaptación de respuestas y ajustes corporales (desde el apoyo plantar hasta las reparticiones de peso en cintura pelviana) que difieren sutil pero considerablemente a las de un contexto habitual (seco, estable, cálido, etc).

2) Además la intencionalidad del movimiento en este contexto (estirar el brazo para buscar el gel, secar las piernas con ambas manos a la vez, etc) conlleva una ACTIVACIÓN COGNITIVA (atención, motivación, emoción…) diferente e igualmente más rica que el ejercicio en sala tradicional.

3) Por último, convertir la información sensorial anterior (ej: mi hombro derecho aún no tiene jabón) en información cognitiva significativa (ej: tengo que doblar más el codo para ponérselo) supone un PROCESAMIENTO PERCEPTIVO inherente a la naturaleza del movimiento, más difícilmente asimilable a través del ejercicio en sala

Procesamiento cognitivo
Analizaremos específicamente el gran potencial de una actividad como la ducha para reorganizar la atención visuo-espacial afectada por la heminegligencia. 
¿Cómo? Re-estructurando el ambiente, para sobre-estimular “la búsqueda” del propio cuerpo y del material necesario en el hemi-espacio izquierdo. 

Instalando a la izquierda un punto de anclaje/referencia visual, fijos (una señal llamativa, un objeto pre-determinado, el mismo terapeuta, etc) que deberá ser identificada cada vez, antes de “localizar” visualmente la zona objetivo que la paciente debe abarcar o coger, antes de iniciar la acción.

Añadiendo feedback auditivo y/o verbal para facilitar la orientación espacial hacia la izquierda hacia dicho punto de anclaje.

Además de lo anteriormente descrito, la tremenda satisfacción personal que algo tan simple y elemental proporciona en la integridad básica de la autonomía de la persona (oler bien, sentirse limpia, retonificada, sentirse orgullosa de “haber vuelto a hacerlo sola”…), sea probablemente el factor más enriquecedor de reconvertir una actividad como la ducha en una sesión de rehabilitación.

Autor: Hugo Esteban Monge
Terapeuta ocupacional de INEAVA

Publicado por Hugo Esteban Monge

Terapeuta Ocupacional en INEAVA