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Artíclo

Activación mediante el movimiento y la música (1 de 4)

Una de las actividades que proponemos al grupo de personas con demencia moderada es la activación mediante el movimiento y la música. No se trata de una clase de música o de una coreografía al uso, sino una forma de despertar reminiscencias mediante la música y una invitación al movimiento, ya sea escuchando la propia música o generando música con instrumentos. Una actividad que suele resultar estimulante y divertida.

¡Siempre me sorprende cuánto puede activar la música! Desde los ritmos básicos que hacen que, espontáneamente, los acompañemos con palmas o con golpecitos con el pie. Hasta incluso, como el otro día, que un usuario que normalmente prefiere estar sentado (interpreto que porque la silla le da más seguridad, ya que cuando está en pie suele estar moviéndose, caminando buscando información de su entorno, y verbalmente demandando información “¿Ahora qué tengo que hacer?, ¿ahora qué tengo que hacer?”), al sonar la canción “Let’s Twist again” de Chubby Checker (https://youtu.be/eh8eb_ACLl8) se le iluminaron los ojos, se levantó con ímpetu y se puso a bailar con todo el cuerpo al ritmo de la música.

Llegamos pues al momento en el que hay que cuestionarse qué tipo de música seleccionar. Algunos criterios pueden ser:

  • la edad de los participantes del grupo (por mucho que al terapeuta le guste Lady Gaga, quizá no sea la mejor elección para un grupo de personas de entre 60-75 años)
  • el idioma de la canción (lógicamente es más fácil acompañar la música si está cantada en la lengua materna; ¡y bueno, luego están los Beatles y el “Yellow Submarine” (https://youtu.be/krIus0i9xn8 ) que todos cantan aunque no sepan inglés!)
  • la región de procedencia de los participantes (hay canciones tradicionales que sólo se conocen en una determinada región)
  • si la canción tiene letra o sólo es instrumental
  • si la canción tiene un ritmo claro y marcado, o muchos cambios de ritmo
  • la música y el ejercicio propuesto por la terapeuta deben estar en consonancia
  • y, por supuesto, el objetivo de la actividad.

Es muy recomendable que la terapeuta se prepare y conozca bien la canción; esto es, saber de antemano qué partes tiene, qué ritmo o ritmos sigue, y si puede ser, también la letra. Y si la diferencia generacional es muy grande, entonces hay que hacer un pequeño ejercicio de investigación para conocer las canciones idóneas para el grupo. De esto tomé conciencia al ver que, por ejemplo, los jóvenes alumnos de prácticas no conocían canciones tan sonadas como “Son tus perjumenes mujer” de Carlos Mejía Godoy y Los de Palacagüina (https://youtu.be/MmHooNcC7rg) .

Bibliografía consultada:

Mariane Eisenburger, “Aktivieren & Bewegen von älteren Menschen”. 2012. 7ª edición. Meyer & Meyer Verlag. Aachen.

Publicado por Mercedes Fernández Doblado