Adultos

Recuperar el uso del brazo y la mano

Las actividades de nuestro día a día exigen, continuamente, el empleo de un brazo o de ambos simultaneamente. Comer, vestirse, trabajar al ordenador, e incluso caminar... todas las actividades implican un movimiento coordinado de las extremidades superiores en relación con el resto del cuerpo.

Una secuela típica del daño neurológico, y especialmente del ictus, es la hemiparesia, que se manifiesta con una pérdida de fuerza del lado del cuerpo contrario a aquél del cerebro donde se ha producido la lesión. La debilidad y dificultad para mover el brazo, la incapacidad para hacer la pinza con los dedos, la sensibilidad alterada o la tendencia a no usar el brazo afectado a pesar de poder moverlo (debido a un aprendizaje por "no-uso"), entre otras secuelas, van a limitar a la persona a realizar sus AVD, desde las más básicas (moverse en la cama, vestirse) hasta otras más complejas (cocinar).

Nuestra intervención está basada en los conceptos terapéuticos: INN (movilización neural), Imaginería motora, Terapia de espejo, protocolo de Forced use, CIMT (Constraint-induced movemente therapy), práctica orientada al desempeño de tareas, Bobath, Perfetti.