Para dar a bienvenida al Verano... Rehabilitación vestibular: discusión de caso clínico
Desde INEAVA vamos a proponer una serie de artículos, a modo de caso clínico, para entender mejor en qué consiste un programa de rehabilitación vestibular. Antes de nada, para comprender mejor qué es la rehabilitación vestibular, recomendamos leer nuestro artículo en el siguiente enlace: http://www.ineava.es/blog/dano-neurologico/rehabilitacion-vestibular-y-del-equilibrio
A partir de esa base, podemos determinar que un programa de rehabilitación vestibular buscará conseguir la compensación del paciente hacia su lesión vestibular. Es decir, como el paciente presenta una lesión a nivel del oído, la cual en muchas ocasiones no tiene una cura como tal, buscaremos potenciar los demás elementos con los que nuestro cuerpo se mantiene equilibrado, como la vista o la información propioceptiva, de manera que compensen esa falta de equilibrio por parte del sistema vestibular.
Al igual que en la mayoría de procesos de rehabilitación, cada paciente es diferente y tiene unos requisitos distintos. Habrá pacientes que dependan enormemente de la vista para mantenerse en equilibrio, de forma que en situaciones de poca luz su estabilidad se verá muy comprometida, por lo que necesitarán de mayor trabajo propioceptivo que acompañe a la vista para compensar su deficiencia vestibular; mientras que habrá otros pacientes que necesiten en todo momento de esa información propioceptiva que nos aportan las articulaciones y los músculos, de manera que en superficies más inestables tendrán grandes problemas para mantenerse equilibrados, por tanto requerirán de mayor trabajo visual para que de forma conjunta compensen la disfunción vestibular.
Como explicamos en el artículo sobre rehabilitación vestibular, utilizaremos principalmente la plataforma de posturografía para el trabajo propioceptivo y la bola de Semont junto con ejercicios visuales para el trabajo sobre la estabilidad de la mirada.
- Con el posturógrafo podemos modificar la dificultad de los ejercicios por niveles y requisitos, de manera que habrá 5 niveles de dificultad en función de la distancia a recorrer en el desplazamiento del centro de masas; pero también se podrá incrementar la dificultad aumentando o disminuyendo el tiempo permitido para desplazarse de un punto a otro, o bien utilizando una superficie inestable (foam) que disminuya la información propioceptiva y la estabilidad del tobillo.
- En el caso de la bola de Semont, se variará la dificultad en función de los grados de inclinación a los que gire la bola (a mayor inclinación, mayor dificultad) y de la velocidad de giro, medida en grados por segundo (a mayor velocidad, mayor dificultad).
Tras esta breve explicación, en breve os vamos a proponer un caso clínico, con la intención de que propongáis cuál sería vuestro programa de rehabilitación vestibular en función de las necesidades del paciente (qué componentes del equilibrio tiene afectados, cuáles son sus limitaciones y expectativas…) y de las bases expuestas en este artículo, teniendo en cuenta que la bibliografía determina que el número ideal de sesiones para realizar un buen tratamiento vestibular es entre 8 y 10.
Publicado por Miguel Fraile Yus
Fisioterapeuta especializado en rehabilitación vestibular y del equilibrio