Trastorno del desarrollo de la coordinación
A menudo, la clasificación terminológica de muchos síntomas concretos que afectan de manera muy importante la vida autónoma y la participación global del niño, es controvertida.
Independientemente de lo que podamos considerar a este respecto, en esta entrada vamos a hablar del trastorno del desarrollo la coordinación. Este trastorno está reconocido por la Organización Mundial de la Salud en el grupo de Trastornos del Desarrollo en la Función Motora e igualmente por el DSM-IV.
El trastorno del desarrollo de la coordinación consiste en una pobre eficiencia del niño a nivel de la coordinación motora en las actividades de la vida diaria, caracterizada por torpeza y desorganización a nivel general, dificultades en actividades deportivas así como en la escritura. Estas dificultades repercuten en el rendimiento académico del niño.
Existe una prevalencia comprendida entre el 1,8 y el 3,2% de niños que padecen este trastorno, con una incidencia probable del 5%. Esto supone que en Aragón, de los 184 mil niños con edades comprendidas entre los 0 y los 14 años, cerca de 10 mil padecen un trastorno del desarrollo de la coordinación. Su causa es idiopática, aunque se asocia muy a menudo a otros trastornos como la dislexia y el TDAH.
Existe evidencia clara de que la rehabilitación pluridisciplinar a través de terapia ocupacional y fisioterapia produce mejoría en la autonomía de estos niños. Los enfoques terapéuticos específicos más utilizados y con mejores resultados según la European Academy of Childhood Disability (Blank et al 2012) (accede aquí al documento) son la integración sensorial y la orientación cognitiva para el desempeño ocupacional diario (CO-OP), entre otros. La adaptación del entorno y la terapia de grupo suelen ser también utilizados.
Para que el resultado de dichos enfoques terapéuticos sea mayor, los objetivosde tratamiento deben ser prioritariamente establecidos directamente por el propio niño y su familia, y referirse a actividades elegidas por ellos mismos.
La investigación referida al trastorno del desarrollo de la coordinación revela que la interrelación clínico-académica, es decir, la interacción de los profesionales sanitarios en el medio escolar, posee un impacto positivo importante en las mejoras de participación que el niño puede llegar a conseguir.
¡Y es que, organizar la mochila sin problemas, coger el lapicero y escribir correctamente, o jugar en el recreo, son actividades muy importantes en las vidas de todos los niños!
Publicado por Equipo de INEAVA
Centro de Rehabilitación Neurológica Avanzada.