Hombro doloroso en el paciente hemipléjico
Una de las consecuencias clínicas que se dan en los casos de hemiplejia tras un ictus, es el dolor de hombro. La incidencia de este síntoma en los pacientes varía según los estudios entre un 48% y un 84%, lo que muestra la importancia que el dolor de hombro puede tener en los efectos de nuestra intervención en rehabilitación.
Las causas principales que siempre se han asociado a este síntoma de la hemiplejia han sido la subluxación de la articulación gleno-humeral, la espasticidad y las propias contracturas de hombro y sus consecuentes limitaciones articulares.
El tratamiento del hombro hemipléjico doloroso no es fácil y la respuesta al mismo no suele ser eficaz. No existen protocolos de tratamiento establecidos, en gran parte debido a la falta de certitud respecto a la causa real del problema. Es por ello que se hayan estado utilizando una gran variedad de tratamientos al respecto.
Según las investigaciones científicas, los resultados y grados de evidencia de estos tratamientos son diferentes, y ninguno de ellos puede considerarse como total o parcialmente eficaz. Entre ellos:
-La estimulación eléctrica y la toxina botulínica: son dos de las soluciones comúnmente utilizados para reducir junto con el grado de dolor, la subluxación de hombro y la espasticidad, respectivamente.
-Las terapias activas “suaves”, incluyendo por ejemplo ejercicios pasivos de rango articular, ejercicios ”auto-pasivos”, activos asistidos y de AVDs.
-Tratamiento por ultrasonido.
-Utilización de cabestrillos o “strappings” para el hombro
-Medicación oral anti-inflamatoria no esteroidea; medicación intravenosa esteroidea.
-Aromaterapia, acupresión y masajes, utilizados sobre todo en países asiáticos
Tan sólo tres hechos en referencia al dolor de hombro parecen ser evidentes:
-La repercusión muy negativa del uso de“terapias agresivas” utilizando mecanismos de poleas o similares y los estiramientos estáticos prolongados, los cuales son causa de aparición de dolor.
-La conveniencia de no sobrepasar los 90º de abducción y flexión de hombro, a menos que la rotación externa de la cabeza humeral y la rotación ascendente de la escápula sean posibles.
-El interés de mantener un buen posicionamiento antigravitatorio del hombro flácido en sedestación y bipedestación, en este último caso, a través de cabestrillos o similares, a pesar de las contraindicaciones funcionales de los mismos.
Es importante que todos aquellos que tratan con un hombro doloroso, entre ellos profesionales, familiares y el propio afectado, sean conscientes de estas 3 medidas para prevenir o reducir la intensidad de este complicado síntoma.
Publicado por Equipo de INEAVA
Centro de Rehabilitación Neurológica Avanzada.