EL INICIO DEL CONTROL POSTURAL
La transición de la vida intrauterina a la extrauterina impone al recién nacido (R.N) la necesidad de activar un número elevado de funciones que habían permanecido latentes (respiración, mantenimiento de la temperatura corporal, control postural, alimentación…).
El aparato respiratorio, en el momento del nacimiento experimenta grandes cambios que permiten al R.N respirar. Al respirar se produce el intercambio de dióxido de carbono por oxígeno. Pero en los primeros meses, la respiración no solo nos aporta esa capacidad vital de los seres vivos, sino que también es el pilar para la adquisición del control postural.
Según la ontogénesis motora descrita por Vojta, a lo largo del desarrollo infantil se produce una diferenciación muscular que nos permite movernos con las características propias del ser humano. Esta diferenciación se clasifica según la función principal de cada músculo (antigravitatoria, enderezamiento, de locomoción y de motricidad fina).
En el recién nacido, la primera diferenciación muscular se produce es en los músculos implicados en la respiración, que serán los responsables de iniciar el primer trabajo postural. A continuación se explica de forma esquemática como ocurre:
Con este esquema podemos ver como la musculatura trabaja de forma coordinada y empiezan los primeros patrones funcionales sinergistas y agonistas-antagonistas. Todo lo contrario a los patrones de movimiento de extremidades en las primeras semanas de vida, que sí que observamos contracciones agonistas-antagonistas pero no funcionales, tratándose de movimientos en masa.
Tener en mente cómo y dónde se inicia el control postural, nos puede ser muy útil en nuestra práctica clínica a la hora de fijar objetivos de tratamiento.
Bibliografía:
- El descubrimiento de la motricidad ideal. Václav Vojta/ Edith Scheweizer. Ed. Morata.
Publicado por Pilar Casales
Fisioterapeuta INEAVA especializada en neurorehabilitación infantil y adultos.
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