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Artíclo

TRASTORNOS DE ALIMENTACIÓN EN LA INFANCIA. UNA BREVE APROXIMACIÓN.

En la actualidad las dificultades en la alimentación son uno de los problemas que se observan con mayor frecuencia en el ámbito infantil.

            El aprendizaje y las experiencias vividas durante los primeros 5 años de vida, tendrán una especial relevancia en el modo de alimentarse así como en las preferencias y rechazos hacia determinados alimentos.  Por ello, el entorno familiar y social del niño tienen un rol muy importante en la educación y transmisión de pautas alimentarias adecuadas.

            En el niño con trastornos en la alimentación pueden observarse periodos prolongados de irritabilidad, inhibición, evasión y otras conductas que podría dificultar su correcto desarrollo psicomotor. No podemos olvidar que la alimentación es una actividad placentera que no debe alterar la armonía familiar.

            El proceso de evaluación del problema alimentario deberá comprender pues los aspectos físicos, cognitivos, sociales, emocionales y culturales y sus múltiples interacciones. Será clave para el tratamiento, una correcta valoración por parte del terapeuta de todas estas áreas. Y entender que el problema va más allá de satisfacer las necesidades nutritivas del niño, pues ya desde el nacimiento la alimentación se encuentra muy ligada, entre otros, al establecimiento del vínculo madre-hijo y a un ciclo correcto entre vigilia-sueño.

            Ante un problema de este tipo deberemos buscar un terapeuta especializado que elabore una correcta y completa evaluación del problema en todas sus dimensiones y ayude al niño a superar las dificultades que pudiese estar experimentando.

            Ante un problema de este tipo recomendamos:

  • En la medida de lo posible, buscar un nuevo espacio para las comidas, donde el adulto se sitúe frente al niño, mejorando el contacto ocular con él y evitar que pueda escapar. La mesa se situará a unlado y no de frente para evitar que pueda tirar o derramar la comida.
  • Al comienzo, elegir una sola comida al día, siendo conscientes de que se necesitará tiempo y paciencia.
  • Mostrar una actitud firme y segura, pero también cariñosa, sin gritos ni enfados.
  • Pactar la rutina, cantidad y una posible recompensa, cosas que en ningún caso se modificarán una vez aceptadas.
  • Evitar distracciones externas como la televisión, juguetes, tablets…
  • Si el niño muestra una alimentación muy restringida, será el adulto el que tome el control de la situación dándole de comer, aunque el niño sea capaz de manejar los cubiertos. Ofreciendo una cucharada de alimento siempre que la boca esté vacía.
  • Se hará al niño participe de la actividad dándole la capacidad de decidir sobre determinadas opciones.
  • Proporcionar ayudas visuales: como el tener que dejar el plato vacío.

Publicado por Ana Pilar Heras Perez

Terapeuta Ocupacional en INEAVA